lunes, 28 de noviembre de 2011

"Recordatorio" poesía de Rosario Castellanos en la mirada fotográfica de Gabriela Estévez


Obedecí, señores, las consignas.
Hice la reverencia de la entrada,
bailé los bailes de la adolescente
y me senté a aguardar el arribo del príncipe.

Se me acercaron unos con ese gesto astuto
y suficiente, del chalán de feria;
otros me sopesaron
para fijar el monto de mi dote
y alguien se fió del tacto de sus dedos
y así saber la urdimbre de mi entraña.
Hubo un intermediario entre mi cuerpo y yo
un intérprete —Adán, que me dio el nombre
de mujer, que hoy ostento—
trazando en el espacio la figura
de un delta bifurcándose.
Ah, destino, destino.
He pagado el tributo de mi especie
pues di a la tierra, al mundo, esa criatura
en que se glorifica y se sustenta.
Es tiempo de acercarse a las orillas,
de volver a los patios interiores,
de apagar las antorchas
porque ya la tarea ha sido terminada.
Sin embargo, yo aún permanezco en mi sitio.
Señores ¿no olvidasteis
dictar la orden de que me retire?
 

Poesía "El Otro" de Rosario Castellanos en la mirada fotográfica de Gabriela Estévez

¿ Por qué decir nombre de dioses, astros,
espumas de un océno invisible
polen de los jardines más remotos?

Si nos duele la vida, si cada día llega
desgarrando la entraña, si cada noche cae
convulsa, asesinada
Si nos duele el dolor de alguien, en un hombre
al que no conocemos, pero está
presente a todas horas y es la víctima
y el enemigo, y el amor y todo
lo que nos falta para ser eternos

Nunca digas que es tuya la tiniebla, no te bebas
de un sorbo la alegría.
Mira a tu alrededor: hay otro, siempre hay otro


Lo que él respira es lo que a tí te asfixia,
 lo que come es tu hambre
Muere con la mitad más pura de tu muerte.

Ralatoría de la sesión del viernes 25 de noviembre

La Sesión de Noviembre de Tertulia Castellanos inició con la continuacion de la lectura del Ensayo Mujer que sabe Latín....de la Chayito, efectuada por Martha Romero; posterior al intercambio de ideas se presentó el excelente análisis de estructura de personalidad de Ernest Hemingway por Selene Cuen y Brenda Gastélum. De mi parte, se hizo Lectura comentada de extractos escogidos de El Aleph de Jorge Luis Borges y Brenda nos compartío "El Amenazado" esa maravillosa poesía del Borges temeroso de amar....CENA DELICIOSA ....
Se continuo con una nueva presentación de fragmentos poéticos de Rosario y su transfiguración visual en imágenes fotográficas de Es Gabriela ¡¡¡¡ Magnífica!!!! así como de una propuesta sobre sostenibilidad afectiva o también denominado "urbanismo de los afectos" que se proyecta hacia la visión y necesidad emocional en la creación arquitectónica y urbanistica de la arquitecta Adriana Bisquert, como arte del espacio, presentada por Gra Fernández....Se valoró y aprobó la realización de un festejo ampliado de Tertulia Castellanos como Posada en Diciembre con otros amigos y cuates; ya que no habrá sesión hasta el mes de Enero. Se expuso el Juego del Amor que nos obsequiaron las compañeras Mazatlecas....Se propuso para la sesión de febrero el abordaje de temas de sexualidad y erotismo, entre ellos la Historia cultural de la masturbación y el significado y trascendencia de la Menstuación....Extrañamos a las ausentes.....Espléndida sesión y el tiempo se nos fue como agua....Ni cuenta nos dimos de la hora de conclusion ..... Enhorabuena!!!!!...

"El Aleph de Jorge Luis Borges fragmentos escogidos por Citlali Moyers Millán

La candente mañana de febrero en que Beatriz Viterbo murió, después de una imperiosa agonía que no se rebajó un solo instante ni al sentimentalismo ni al miedo, noté que las carteleras de fierro de la Plaza Constitución habían renovado no sé que aviso de cigarrillos rubios; el hecho me dolió, pues comprendí que el incesante y vasto universo ya se apartaba de ella y que ese cambio era el primero de una serie infinita.

Cambiara el universo pero yo no, pensé con melancólica vanidad; alguna vez, lo sé, mi vana devoción la había exasperado; muerta yo podía consagrarme a su memoria, sin esperanza, pero también sin humillación.

Consideré que el 30 de abril era su cumpleaños; visitar ese día la casa de la calle Garay para saludar a su padre y a Carlos Argentino Daneri, su primo hermano, era un acto cortés, irreprochable, tal vez ineludible. De nuevo aguardaría en el crepúsculo de la abarrotada salita, de nuevo estudiaría las circunstancias de sus muchos retratos.

Beatriz Viterbo, de perfil, en colores; Beatriz con antifaz en los carnavales de 1921; la primera comunión de Beatriz; Beatriz, el día de su boda con Roberto Alessandri; Beatriz, poco después del divorcio, en un almuerzo del Club Hípico, Beatriz en Quilmes, con Delia San Marco Porcel y Carlos Argentino; Beatriz, con el pekinés que le regalo Villegas Haedo; Beatriz de frente y de tres cuartos, sonriendo, la mano en el mentón.

No estaría obligado, como otras veces, a justificar mi presencia con módicas ofrendas de libros: Libros cuyas páginas, finalmente, aprendí a cortar, para no comprobar, meses después que estaban intactos.

Beatriz Viterbo murió en 1929, desde entonces; no dejé pasar un 30 de abril sin volver a su casa. Yo solía llegar a las siete y cuarto y quedarme unos veinticinco minutos; cada año aparecía un poco más tarde y me quedaba un rato más, en 1933, una lluvia torrencial me favoreció, tuvieron que invitarme a comer. No desperdicié, como es natural, ese buen precedente; en 1934 aparecí ya dadas las ocho con un alfajor santafecino; con toda naturalidad me quedé a comer. Así, en aniversarios melancólicos y vanamente eróticos, recibí las graduales confidencias de Carlos Argentino Daneri.

Carlos Argentino es rosado, considerable, canoso, de rasgos finos. Ejerce no sé que cargo subalterno en una biblioteca ilegible de los arrabales del Sur, es autoritario, pero también es ineficaz, aprovechaba hasta hace muy poco, las noches y las fiestas para no salir de su casa.
A dos generaciones de distancia, la ese italiana y la copiosa gesticulación italiana sobreviven en él. Su actividad mental es continua, apasionada, versátil y del todo insignificante. Abunda en inservibles analogías y en ociosos escrúpulos.

El 30 de abril de 1941 me permití agregar al alfajor una botella de coñac del país. Carlos Argentino lo probó, lo juzgo interesante y emprendió al cabo de unas copas, una vindicación del hombre moderno.- Tan ineptas me parecieron esas ideas, tan pomposa y tan vasta su exposición, que las relacioné inmediatamente con la literatura; le dije que por que no las escribía, previsiblemente respondió que ya lo había hecho. Esos conceptos y otros no menos novedosos, figuraban en el Canto Augural, Canto Prologal o simplemente Canto Prólogo de un poema en el que trabajaba hacía mucho, sin réclame, sin bullanga ensordecedora, siempre apoyado en esos báculos que se llaman el trabajo y la soledad…El poema se titulaba La Tierra, tratábase de una descripción del planeta…. Le rogué que me leyera un pasaje..aunque fuera breve….Abrió un cajón del escritorio, saco un alto legajo de hojas de block estampadas con el membrete de la biblioteca y leyó con sonora satisfacción….

Otras muchas estrofas me leyó que también obtuvieron su aprobación y su comentario profuso… Nada memorable había en ellas….La dicción oral de Daneri era extravagante, su torpeza métrica le vedó, salvo contadas veces, transmitir esa extravagancia al poema…Se proponía versificar toda la redondez del planeta.

Me releyó después cuatro o cinco páginas del poema….Las había corregido según un depravado principio de ostentación verbal. Donde antes escribió azulado, ahora abundaba en azulino, azulenco y hasta azulillo…Denostó con amargura a los críticos..Acto continuo censuro la prologomanía . Admitió, sin embargo, que en la portada de la nueva obra convenía el prólogo vistoso…El espaldarazo firmado por el plumífero de garra..Agregó que pensaba publicar los cantos iniciales de su poema……

A fines de octubre… Carlos Argentino me habló…. Estaba agitadísimo, no identifique su voz al principio. Con tristeza y con ira balbuceó  que iban a demoler su casa. -¡La casa de mis padres, mi casa, la vieja casa inveterada de la calle Garay!…repitió..No me resultó difícil compartir su congoja….Ya cumplidos los cuarenta años, todo cambio es un símbolo detestable del pasaje del tiempo, además se trataba de una casa que, para mí, aludía infinitamente a Beatriz…..

Con esa voz llana, impersonal, a que solemos recurrir para confiar algo muy íntimo, dijo que para terminar el poema le era indispensable la casa, pues en un ángulo del sótano había un Aleph…. Aclaró que un Aleph es uno de los puntos del espacio que contiene todos los puntos…..
-Está en el sótano del comedor- explicó aligerada su dicción por la angustia. Es mío, es mío; yo lo descubrí en la niñez… antes de la edad escolar… la escalera del sótano es empinada, mis tíos me tenían prohibido el descenso, pero alguien dijo que había un mundo en el sótano,bajé secretamente, rodé por la escalera vedada, caí.

Al abrir los ojos vi el Aleph…. ¿El Aleph? repetí –Sí, el lugar donde están sin confundirse todos los lugares del orbe, vistos desde todos los ángulos. A nadie revele mi descubrimientos, pero volví-…..No me despojarán, no y mil veces no….  Es inajenable mi Aleph

Traté de razonar,-¿pero no es muy oscuro el sótano?-…La verdad no penetra en un entendimiento rebelde, si todos los lugares de la tierra están en el Aleph, ahí estarán todas las luminarias, todas las lámparas, todos los veneros de luz, - Iré a verlo inmediatamente-….

Bastó el conocimiento de un hecho para percibir en el acto una serie de rasgos confirmatorios, antes insospechados, me asombró no haber comprendido hasta ese momento que Carlos Argentino era un loco…Todos esos Viterbo, por lo demás Beatriz (yo mismo suelo repetirlo, era una mujer, una niña de una clarividencia casi implacable, pero había en ella, negligencias, distracciones, desdenes, verdaderas crueldades, que tal vez reclamaban una explicación patológica… La locura de Carlos Argentino me colmó de maligna felicidad, íntimamente siempre nos habíamos detestado….

En la calle Garay, la sirvienta me dijo que tuviera la bondad de esperar…. Carlos entro poco después. Hablo con sequedad. Comprendí que no era capaz de otro pensamiento que de la perdición del Aleph. -Una copita del seudo coñac- ordenó y te zampuzarás en el sótano…Te acuestas en el piso de baldosas y fijas los ojos en el decimonono escalón de la pertinente escalera… Me voy, bajo la trampa y te quedas solo… A los pocos minutos ves el Aleph….  El microcosmos de alquimistas y cabalistas…..Claro esta que si no lo ves, tu incapacidad no invalida mi testimonio… Baja… muy en breve podrás entablar un dialogo con todas las imágenes de Beatriz….

Bajé con rapidez, harto de sus palabras insustanciales. Cumplí con sus ridículos requisitos; al fin se fue. Cerró cautelosamente la trampa, la oscuridad, pese a una hendija que después distinguí pudo parecerme total….súbitamente comprendí mi peligro, me había dejado soterrar por un loco, luego de tomar un veneno….Carlos, para defender su delirio, para no saber que estaba loco, tenia que matarme… sentí un confuso malestar que trate de atribuir a la rigidez y no a la operación de un narcótico…Cerré los ojos… los abrí…entonces vi el Aleph………..Empieza aquí mi desesperación de escritor. ¿Cómo transmitir a los otros el infinito Aleph?................
El problema central es irresoluble la enumeración siquiera parcial de un conjunto infinito….. en ese instante gigantesco  he visto millones de actos deleitables o atroces…ninguno me asombro como el hecho de que todos ocuparan el mismo punto… sin superposición y sin trasparencia…lo que vieron mis ojos fue simultáneo…. Lo que transcribiré, sucesivo, porque el lenguaje lo es….

En la parte inferior del escalón, hacia la derecha, vi una pequeña esfera tornasolada, de casi intolerable fulgor. Al principio la creí giratoria, luego comprendí que ese movimiento era una ilusión producida por los vertiginosos espectáculos que encerraba….. El diámetro del Aleph sería de dos o tres centímetros, pero el espacio cósmico estaba ahí, sin disminución de tamaño….

Cada cosa, era infinitas cosas, porque yo claramente la veía desde todos puntos del universo.

Vi el populoso mar, vi el alba y la tarde, vi las muchedumbres de América, vi una plateada telaraña en el centro de una negra pirámide, vi un laberinto roto (era Londres), vi interminables ojos inmediatos escrutándose en mí como en un espejo, vi todos los espejos del planeta y ninguno me reflejó, vi en un traspatio de la calle Soler las mismas baldosas que hace treinta años vi en el zaguán de una casa en Fray Bentos, vi racimos, nieve, tabaco, vetas de metal, vapor de agua, vi convexos desiertos ecuatoriales y cada uno de sus granos de arena, vi a una mujer que no olvidaré, vi la violenta cabellera, el altivo cuerpo, vi un cáncer en el pecho, vi un círculo de tierra seca en una vereda, donde antes hubo un árbol, vi un ejemplar de la primera versión inglesa de Plinio, vi a un tiempo cada letra de cada página (de chico yo solía maravillarme de que las letras de un volumen cerrado no se mezclaran y perdieran en el decurso de la noche), vi la noche y el día contemporáneo, vi un poniente en Querétaro que parecía reflejar el color de una rosa en Bengala, vi mi dormitorio sin nadie, vi en un gabinete de Alkmaar un globo terráqueo entre dos espejos que lo multiplican sin fin, vi tigres, vi todas las hormigas que hay en la tierra, vi un astrolabio persa, vi en un cajón del escritorio ( y la letra me hizo temblar ) cartas obscenas , increíbles, precisas que Beatriz había dirigido a Carlos Argentino, vi un adorado monumento en la Chacarita, vi la reliquia atroz de lo que deliciosamente había sido Beatriz Viterbo, vi la circulación de mi oscura sangre, vi el engranaje del amor y de la modificación de la muerte,vi el Aleph, desde todos los puntos, vi en el Aleph la tierra, y en la tierra vi otra vez  el Aleph y en el Aleph la tierra, vi mi cara y mis vísceras, vi tu cara, y sentí vértigo y lloré….porque mis ojos habían visto ese objeto secreto y conjetural, cuyo nombre usurpan los hombres, pero que ningún hombre ha mirado:  el inconcebible universo………

sábado, 19 de noviembre de 2011

Sor Juana, Rosario y yo

Estoy convencida de que Sor Juana tomó la mejor desición al renunciar a ser propiedad de un macho mexicano y decidirse por el convento si era el precio de la libertad y la educación. La soledad venía incluida y lo sabía. Rosario Castellanos también vivió la soledad y las humillaciones que se le otorgan a las mujeres que tienen cerebro y lo usan. Murió sola y siempre se sintió así, pero era una gran-diosa!. Yo no les llego ni a la mitad del talón, pero como ellas, muchas mujeres somos despreciadas y botadas por pensar ,y ,más adelante, por empezar a envejecer.. Los hombres prefieren "carne fresca" para moldear, para gozar de cuerpos firmes que no traigan semejante equipaje como el que trae una mujer madura. En fin. No me importa quearme sola si es lo que tengo que vivir por no ser tratada como mercancía usada que se puede tirar o vivir al lado de un tipo que no considera como belleza todo lo que alguien como yo puede dar. A la chingada.



Es Gabriela

lunes, 7 de noviembre de 2011

Rosario Castellanos y su estructura de personalidad

Hija del ingeniero César Castellanos, primer director de la Escuela Secundaria de Comitán, era un hombre ilustrado, cuyo título de ingeniero había sido logrado en una Universidad de los Estados Unidos. Era un hombre de alta estatura y carácter duro, inflexible, chapado a las antiguas tradiciones de su pueblo. Poseedor además de una vasta herencia... El característico latifundista de los primeros años del siglo, que compraba fincas del modo usual: “con todo y la indiada” y que valían ¡claro!, infinitamente menos que el ganado. Dueño... de dos fincas. Su madre, Adriana Figueroa, se consideraba en deuda con su esposo, pues la había sacado de su pobreza, del trabajo manual y la había hecho parte de la clase alta
La infancia de la autora está marcada por unos acontecimientos desgraciados, la muerte, con siete años, de su hermano Mario Benjamín, un año menor que ella.  Rosario vivía postergada por el hecho de ser mujer, todas las atenciones eran para su hermano, que por ser varón y por tanto heredero, ocupó siempre un lugar preferente en el cariño de sus padres. La muerte del hermano le produjo un sentimiento de culpa por haber sobrevivido. Se refugió en la lectura en su etapa infantil; y poco a poco comenzó a escribir y en la escritura encontró su arma para una expresión ética y estética y para luchar contra la soledad.
Sus padres ante la muerte de Mario Benjamín se sumieron en el dolor. como si la vida se hubiese acabado para ellos con la pérdida del hijo varón y la trascendencia de su apellido;  se  olvidaron de su hija Rosario. De hecho hubieran preferido que hubiese muerto ella, en vez del varón. De esta forma, la infancia de Rosario Castellanos quedó marcada por la soledad, la muerte y el rechazo.
Rosario trataba de agradar a sus padres, pero no parecía conseguirlo, siempre recordaba lo que le decía su  mamá antes de cualquier salida  “¿Para qué vas? ... A los nueve años como que eso no se entiende, como que además uno sí quiere ir a la fiesta y comer los caramelos. Además me decía mi madre: “Mira, tu papá y yo porque tenemos la obligación te queremos”. Porque tenemos la obligación. Pero ninguna otra gente, nadie en el mundo, nunca, nunca te va a querer. ¿Cómo va uno a ir a las fiestas así?...
 Rosario fue una niña solitaria, su aislamiento la llevó a refugiarse en la mujer de quien recibió más afecto: su nana y por extensión en el mundo indígena de ésta.
Rosario vivió en carne propia y en la de los indígenas, la discriminación y el abuso, en muchas ocasiones brutales, en especial para las mujeres, a quienes dedica gran parte de su obra narrativa. Se sentía culpable por pertenecer al grupo de los blancos ricos y explotadores, por eso cuando mueren sus padres, comía con los indígenas y les regaló sus tierras
Su vida estuvo determinada por la lucha interna entre la sumisión impuesta por siglos de adoctrinamiento y la rebeldía surgida de su conciencia plena. Con relación a sus padres, Rosario tuvo que enfrentar, por un lado la dureza de su padre y por otro el sometimiento y la frustración de su madre.
Ricardo y Rosario se conocen en la facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, a fines de 1949. Desde su primera carta del 28 de julio de 1950, los términos son de entrega absoluta. A decir de Elena Poniatowska (3), le habla de “usted” antes del matrimonio (efectuado en Coyoacán en enero de 1958, cuando Rosario rondaba los 33 años) se mira débil, dispersa, antisocial o a veces encantadora, y uno de los rasgos más conmovedores de su personalidad es la conciencia que tiene de su vocación literaria: “Voy a matarme de trabajo, pero seré escritora” ”; el otro es su fidelidad amorosa.
En 1966, se divorcia de Ricardo, lo que la lleva al Valium y a estancias en el hospital psiquiátrico.
Catedrática de la Facultad de Filosofía y Letras de su alma mater
Egresó de la Maestría en Filosofía de la UNAM, con la tesis titulada: “Sobre cultura femenina” 
En 1958, recibió el Premio Chiapas, de manos del gobernador Efraín Aranda Osorio; en 1961, se le otorga el Premio Xavier Villaurrutia, al año siguiente es honrada con el Premio Sor Juana Inés de la Cruz.

Neurosis depresiva (masoquista)
La estructura de personalidad de Rosario Castellanos es la que se conoce como Neurosis Depresiva (masoquista), por lo general estas estructuras tienen un buen funcionamiento, así como una identidad del yo bien integrada y una conciencia moral excesivamente cargada de culpa pero bien integrada. Son capaces de establecer relaciones objetales en profundidad. De ahí parte que su único objeto de amor en toda su vida fuera Ricardo Guerra.
Pueden desglosarse los rasgos del carácter del trastorno depresivo de la personalidad en tres categorías:

1.-  Rasgos que reflejan un funcionamiento excesivamente severo del superyó (deber ser)
2. - Otros que reflejan una sobredependencia al apoyo, amor y aceptación de los demás
3.-  Los que reflejan dificultades en la expresión de la agresión
El común denominador: de las tres categorías es que necesitan depender como punto predominante. Estas personas se sienten culpables a causa de una intensa ambivalencia hacia los objetos amados y necesarios y se frustran con facilidad si sus anhelos de dependencia, no se gratifican.
Su superyó se refleja en una tendencia a ser serios, responsables y preocupados por el desempeño en el trabajo y las responsabilidades. Por lo general no tienen mucho de sentido del humor pero son sumamente confiables y seguros. 
Estas personas por lo general consideradas, discretas y que demuestran interés, pueden también ser muy duras en su juicio de los demás. Bajo ciertas circunstancias óptimas, el trabajo duro y el éxito externo pueden eventualmente dar a estas personas el sentido de haber cumplido con sus deberes y responsabilidades y la vida ser más fácil para ellos en años posteriores. Pero si intentan lo imposible, se deprimen gradualmente con el transcurrir de su vida.
Estos son los masoquistas morales que inconscientemente se colocan en circunstancias que inducirán sufrimiento o que lo experimentan como el precio de cualquier gozo que puedan permitirse. También muestran una vulnerabilidad anormal a la decepción por parte de los demás, especialmente la pérdida del amor o del interés y pueden hacer lo imposible con tal de obtener simpatía, amor y afirmación.
Estas personas se hacen inconscientemente aferrados y demandantes y pueden desarrollar un grado anormal de conformidad con la otra persona, junto con un aumento gradual de las demandas implicadas en su excesiva dependencia del otro.
El mas enfermo de los depresivos, muestra una sensibilidad excesiva a la pérdida del amor, un sentido inconsciente de ser rechazado y maltratado como una reacción a ofensas relativamente menores y la tendencia a desquitarse de esta conducta percibida de los demás, intentando hacer que los otros sientan culpa o una conducta de rechazo por su propia parte
En este sentido subjetivo de los pacientes respecto a ser rechazado, así como las frustraciones y pérdidas reales tienden a llevarlos a la depresión clínica.
La vida de Rosario Castellanos está marcada por su estructura de personalidad la cual la llevo a ser quien era,  empezando  por una fijación edípica que nace por la compleja relación que sostuvo con su padre, el cual fue una figura indiferente a sus necesidades de afecto, comprensión y apoyo, así como de acompañamiento en el difícil andar de la vida, esto es lo que la impulsa a sostener esa relación patológica con Ricardo Guerra, ya que ella se enamora de un hombre el cual  fue tan impasible o frío como lo era su padre, por eso Freud hablo sobre el determinismo psíquico en donde nos explico que todo fenómeno psíquico tiene una causa y por lo mismo, también la libre elección o decisión humana en las que la causa es la fuerza del motivo más potente o bien la situación interna psicológica determinada por todos los condicionamientos procedentes de la herencia, la biología, la educación, el temperamento y el carácter de la persona que decide o el inconsciente, con esto quiero decir que Rosario busco un hombre que reuniera las características psicológicas de su padre y le brindara el mismo trato que le dio su progenitor, termino reproduciendo la relación que sostuvo con su padre y se paso toda su vida tratando de conquistar al padre al que nunca logro que la aceptara, la amara y la valorara como no lo hizo un Ricardo Guerra y esto lo corroboramos en sus cartas a Ricardo ejemplo de ello es un extracto de una de sus cartas en donde ella hace referencia a que es ‘su niña’:
¿Me amará todavía? Porque ahora estoy igual a un gato recién nacido de flaca, de débil, de torpe. ¿Ama usted a los gatos recién nacidos? Si me dice que no, seré pronto un gato recién muerto.
Lo abraza, su niñita que no lo olvida.
Y lo besa, qué caray”. Su Rosario
(Madrid, 22 de febrero de 1951)
Lo amo a usted, como lo conocí; a usted como es; a usted como se porta con todas las otras niñitas. Así satisfago mis pretensiones poliándricas, con un hombre polifacético y total”. (Madrid, 18 de enero de 1951)

El nivel de sufrimiento de Rosario Castellanos como buena neurótica depresiva era altísimo y lo corroboramos con sus propias palabras “Yo no te dejaré de querer en ninguna circunstancia y procuraré hacerlo de la manera más adecuada. Pero tú sabes que yo tengo una capacidad de sufrimiento bastante exagerada” cabe mencionar que si escoge aun hombre como Ricardo esa era la forma que ella tenía de conservarse fiel y como la viuda de papá tanto que lo dice en una de sus cartas “Me entregué a usted: nunca me he puesto a considerar si fue sólo un momento. Sé que antes de conocerlo era yo una persona completamente distinta de la que soy ahora y que tal como me ha hecho le pertenezco. El que usted me sea fiel o no, no me hace variar de actitud. Yo le seré fiel siempre, a toda costa. No me interesa coquetear con nadie. Lo amo a usted. Si usted me falla, si por cualquier motivo nuestro amor no puede realizarse, yo no quiero volver a saber nada de amor con nadie, yo quiero vivir completamente sola y sin que nadie me hable de estas cosas. A usted no puedo substituirlo con nadie. Lo amo a usted, con exclusión del resto del mundo. Lo amo a usted aunque tenga niñitas y aunque las ame a ellas y aunque no me ame a mí. Lo amo y lo amo. Y estoy furiosa. Grrrr. Claro que si usted me dice que no quiere saber nada de mí no voy a andar detrás de usted dándole la lata”. (Madrid, 6 de noviembre de 1950)
Es importante mencionar que esto se da en un plano inconsciente. Con esta carta podemos corroborar como Rosario Castellanos escoge aún hombre a través del cual, podrá continuar siéndole fiel a la figura de su padre, un Ricardo Guerra incapaz de amarla como lo hizo su padre con esto, ella se guarda fiel a la figura de su progenitor a través de un amor insufrible, imposible de brindarle estabilidad, seguridad y contención emocional como lo estuvo matizada  la relación con su figura parental. Con esto queda claro porque una mujer que era feminista en todo el esplendor de la palabra termina relacionándose con un hombre misógino y carente de las necesidades afectivas, emocionales y psicológicas de una mujer como Rosario Castellanos
Es importante por eso darnos cuenta y concientizarnos de cómo todas nuestras relaciones con los demás estas matizadas de las relaciones que sostenemos con nuestros padres, hermanos, o figuras de crianza y como estas, a pesar del tiempo continúan ejerciendo o marcando nuestras relaciones adultas, por eso Freud hace mención que todo acto consciente o inconsciente está motivado por nuestras experiencias de vida y previamente determinado por nuestra mente, hasta el más inocuo acto que ejecutemos está motivado por una razón de ser o para realizarse aunque a la razón humana solo sea un accidente o un error .
En la estructura de personalidad neurótica depresiva cabe mencionar que predomina la pulsión de muerte, como sucedió en el caso de la muerte de Rosario Castellanos en donde un accidente absurdo termino por privarle de su vida, pero a nivel psicodinámico se da porque en el inconsciente de Rosario Castellanos existía un deseo de morir y posiblemente de extinguir aquello que la hacía desdichada, o sentirse culpable de alguna acción errática que merecía como castigo o expiación su propia muerte. 

Selene Cuén y Brenda Gastélum

sábado, 1 de octubre de 2011

Álbum de familia

Rosario Castellanos cultivó todos los géneros, especialmente la poesía, la narrativa y el ensayo; colaboró con cuentos, poemas, crítica literaria y artículos de diversa índole en los suplementos culturales de los principales diarios del país y en revistas especializadas de México y del extranjero. En Exelsior colaboró asiduamente en su página editorial, desde 1963 hasta 1974. Se inició en la literatura como poeta; desde 1948 hasta 1957 sólo publicó poesía. Balún Canán, su primera novela, lleva ya un gran número de ediciones y ha sido traducida a muchas lenguas. Esta novela junto con Ciudad real, su primer libro de cuentos, y Oficio de tinieblas, su segunda novela, forman la trilogía indigenista más importante de la narrativa mexicana de este siglo. Los convidados de agosto, su segundo libro de relatos, recrea los prejuicios de la clase media provinciana de su estado natal, y Álbum de familia, el tercero y último, los de la clase media urbana. En 1972, Rosario Castellanos reunió su obra poética en el volumen intitulado Poesía no eres tú. Desde 1950, año en que publicó su tesis Sobre cultura femenina, la escritora no dejó nunca de incursionar en el ensayo. En vida publicó cinco volúmenes y póstumamente otros dos. De toda su obra, incluyendo su único volumen de teatro, El eterno femenino, se desprende una clara consciencia del problema que significa, para su autora, la doble condición de ser mujer y mexicana.
Datos tomados de Diccionario de escritores mexicanos, Tomo I, UNAM, México, 1988, de Álbum de familia como plano de su última época. Dos caras de un mismo rostro. En ambas obras el personaje principal es una mujer, en la primera una mujer ladina quien por su pobreza se encuentra en el límite social que divide al ladino del indígena. En la segunda obra es una mujer intelectual quien, a través de un soliloquio, confecciona nuevamente, punto por punto, la historia de su vida.
La mujer es el centro del pensamiento y la obra literaria de Rosario. Dirige hacia ella distintos tipos de miradas  que pueden ser de ternura y compasión hacia las mujeres indígenas o las jóvenes de clase media o alta obligadas a permanecer en el encierro y a casarse con quien conviene a los intereses de la familia; o bien se burla de quienes, por comodidad o temor al cambio, admiten situaciones indignantes.
Dentro de los tipos  representados por sus personajes femeninos destacan las mujeres que, de alguna manera se venden o son vendidas, sin que importe su clase social; las que son acosadas por no tener hijos varones, las indígenas violadas cruelmente, las jóvenes de clase alta, que al no ser requeridas para el matrimonio pasan a engrosar las filas de las “quedadas” con menos libertad que las solteras, las que son crueles con otras mujeres, las que toleran la infidelidad, y por último las que quieren atreverse a hacer lo que les está vedado, como tener una amante o saber sobre la sexualidad, lo que provoca que sean excluidas de la sociedad para siempre. Dentro de este último grupo, pero con características especiales están las intelectuales, quienes enfrentan una lucha consigo mismas y con  la sociedad, entre su deseo de realizarse profesionalmente y las presiones exteriores. En Álbum de familia, ubicado en una época reciente, los personajes analizan el punto:
En México las alternativas y las circunstancias de las mujeres son muy limitadas y muy precisas. La que quiere ser algo más o algo menos que hija, esposa y madre, puede escoger entre convertirse en una oveja negra o en un chivo expiatorio; en una piedra de escándalo o de tropiezo; en un objeto de envidia o irrisión. (p.149)
La mayoría de las mujeres de nuestra autora, ya sean blancas o indígenas, ricas o pobres, con excepción de unas cuantas en Álbum de familia, son ignorantes, sumisas y silenciosas.
Rosario nos enseñó no sólo con sus textos, sino con su vida, a buscar el camino para el encuentro con nosotras mismas y para nuestra realización personal. A no quedarnos como su personaje Idolina, encerradas, inmóviles, rumiando la amargura, sino a salir a enfrentar la vida:
 Álbum de familia es una novela corta luminosa, ágil y desconcertante. En ella, la prosa narrativa de Rosario Castellanos (1925-1974) -entre las más limpias y logradas del siglo XX- exploró nuevos espacios, trastocando el pensamiento mágico, la poesía y el patetismo de sus primeros libros por el discurso lógico, la prosa y el humor. La misma Castellanos apuntó que en las páginas de Álbum de familia cabe la posibilidad de reír. ¿De qué? Tal vez, como ella misma lo sugirió, de la desproporción entre el fin y los medios de un grupo de amigas atadas por su ruptura con el limbo del ideal femenino. "La mujer que abandona ese limbo es para entrar en el infierno de la lucidez", escribió Castellanos. "Una lucidez que hay que graduar, que hay que disminuir, que hay que, definitivamente, aplastar. Pero que, a veces, insiste en renacer".
Matilde una escritora mexicana acaba de ganar el máximo premio a las letras, Victoria su asistente le da unos datos importantes a una periodista.
“La escasez es susceptible de convertirse en sinónimo de selección. Además cada una representaría un sector social muy vasto e influyente. Describa usted este acontecimiento como una manifestación de solidaridad de las mujeres de México hacia quien, rompiendo las cadenas ancestrales, ha conquistado para su patria el laurel inmarcesible. Si, dije inmarcesible. Dosifique usted los adjetivos de manera que las señoras no se alarmen ni los señores protesten. Pero de manera también que las jóvenes sientan que es lícito admirar este ejemplo y que es posible imitarlo. Saque a colación, si es preciso, a Sor Juana. En fin, usted conoce su oficio, ejérzalo a conciencia.
-¿Para qué?
-Ya hemos hecho un mito que por lo menos nos sea útil; que abra perspectivas nuevas a las mujeres mexicanas, que derribe los obstáculos que les impide avanzar, ser libres.
-Pero usted está hablando de una época abolida. De hecho somos libres.
-Pero de derecho no. ¿Podemos siquiera votar?
-Podemos. Pero ¿Qué importancia tiene nuestro voto en México? Hasta un recién nacido sabe como funciona la maquinaria electoral.
-No, contra lo que usted cree las generaciones actuales no han llegado a ser libres sino únicamente cínicas y conformes,
Matilde, la escritora laureada habla sobre la poesía.
-Están hablando de la poesía como un bien o una obligación elegibles, renunciables, en todo caso, de un hecho voluntario que, en última instancia, puede justificarse. Pero yo sostengo que es una fatalidad, un destino que se nos impone y que hemos de cumplir o perecer.
-¡Nadie se muere por no escribir versos, Matilde!
-No he dicho versos; he dicho poesía.
-¿Y cómo se manifiesta ese destino?
-Se abre, dentro de nosotras, una especie de vacío, una ausencia que no se colma con nada, un abismo que nos obliga a asomarnos constantemente a él, a interrogarlo, aún a sabiendas de que, desde sus profundidades, no ascenderá jamás ninguna respuesta sino el eco, amplificado, deformado, irreconocible ya, de nuestra pregunta.
-es un quehacer absorbente.
-estamos absortos. Y los que nos rodean no advierten más que nuestra distracción nuestra falta de interés en los asuntos comunes y se desesperan y nos hacen reproches y acaban por abandonarnos. No es que el poeta busque la soledad, es que la encuentra.
Las discípulas de Matilde haciendo remembranzas.
-Teoría literaria! ¡Ella!
-yo no esperaba aprender mucho acerca de la materia. Pero si encontrar la respuesta de las preguntas que mas me atormentaban. Y las encontré- admitió Elvira después de una pausa-, pero eran tan ambiguas como las de Sibila de Cumas.
-¿no eran ambiguas también las preguntas?- quiso averiguar Cecilia.
Elvira sonrió a esta figura rediviva de sus perplejidades, de su juventud, de su pasado.
-También, naturalmente. Pero poco a poco fueron haciéndose más precisas, más nítidas. Hasta que un buen día ya pudimos declarar sin rodeos, que teníamos una vocación y que esa vocación era la de ser escritoras.
-¡Que pena con los muchachos!- se ruborizó todavía Josefa-. Se burlaban de nosotras y nos ponían apodos.
-Las vírgenes fuertes- apuntó Susana dándoselas de enterada.
-Que más hubiéramos querido!-contradijo Elvira desentendiéndose del origen de esa aseveración-. “las tres parcas”. ¡Y con qué terror huían de nosotras nuestros compañeros!
-¿Pero qué tal a la hora de los exámenes? Nos llovían las invitaciones al cine, a tomar un café, a dar una vuelta al parque…
-Entonces llegaba el desquite. Y escogíamos al que nos caía mejor para que se sentara al lado nuestro durante la prueba y pudiera copiar lo que escribíamos.
-Yo siempre tuve la sensación de que tampoco les simpatizábamos a los maestros. Adoptaban hacia nosotras actitudes de una cortesía, de una caballerosidad tas excesivas que tenían, forzosamente que ser falsas.
-Era- aseguraba Victoria- su método para reducirnos a calidad de damas, para despojarnos de nuestras  armas de combate.
El matrimonio es el ayuntamiento de dos bestias carnívoras de especie diferente que de pronto se hallan encerradas en la misma jaula. Se rasguñan, se mordisquean, se devoran, por conquistar un milímetro  mas de la mitad de la cama que les corresponde, un gramo más de la ración destinada a cada uno. Y no porque le importe ni la cama ni la ración. Lo que importa es reducir al otro a esclavitud. Aniquilarlo.
-Exageras. Muchos matrimonios perduran.
-Porque uno de los dos se rinde. En México es habitualmente la mujer. Antes de presentar la primera batalla se hace la muerta y asunto concluido.

Compilación: Martha Romero

sábado, 24 de septiembre de 2011

Alfonsina Storni

(Suiza,  de 1892 Mar del Plata, Argentina, 1938)  poetisa y escritora argentina. Alfonsina se ubica en el posmodernismo aunque tiene una fuerte influencia del modernismo. Modernismo fue un movimiento literario que se desarrolló entre los años 1880-1910, fundamentalmente en el ámbito de la poesía, que se caracterizó por una ambigua rebeldía creativa, un refinamiento narcisista y aristocrático, el culturalismo cosmopolita y una profunda renovación estética del lenguaje y la métrica.

Storni ejerció como maestra en diferentes establecimientos educativos y escribió sus poesías y algunas obras de teatro durante este período. Su prosa es feminista, ya que busca en ella la igualdad entre el hombre y la mujer, y según la crítica, posee una originalidad que cambió el sentido de las letras de Latinoamérica.
Otros dividen su obra en dos partes: una de corte romántico, que trata el tema desde el punto de vista erótico y sensual y muestra resentimiento hacia la figura del hombre, y una segunda etapa en la que deja de lado el erotismo y muestra el tema desde un punto de vista más abstracto y reflexivo. La crítica literaria, por su parte, clasifica en tardorrománticos a los textos editados entre los años 1916 y 1925 y a partir de Ocre encuentra rasgos de vanguardismo y recursos como el antisoneto. Sus composiciones reflejan, además, la enfermedad que padeció durante gran parte de su vida y muestran la espera del punto final de su vida, expresándolo mediante el dolor, el miedo y otros sentimientos.


Infancia
“A los doce años escribo mi primer verso. Es de noche; mis familiares ausentes. Hablo en él de cementerios, de mi muerte. Lo doblo cuidadosamente y lo dejo debajo del velador, para que mi madre lo lea antes de acostarse. El resultado es esencialmente doloroso; a la mañana siguiente, tras una contestación mía levantisca, unos coscorrones frenéticos pretenden enseñarme que la vida es dulce. Desde entonces, los bolsillos de mis delantales, los corpiños de mis enaguas, están llenos de papeluchos borroneados que se me van muriendo como migas de pan”.
Libros: La inquietud del rosal (1916); El dulce daño (1918); Irremediablemente (1919; Languidez (1920);  Ocre (1925); El amo del mundo (teatro 1927); Mundo de siete pozos (1934); Mascarilla y trébol mundos imantados (1938).
                                                                    Horacio Quiroga
              Relación con Horacio Quiroga (1878-1937)
Morir como tú, Horacio, en tus cabales,
Y así como en tus cuentos, no está mal;
Un rayo a tiempo y se acabó la feria...
Allá dirán.
Más pudre el miedo, Horacio, que la muerte
Que a las espaldas va.
Bebiste bien, que luego sonreías...
Allá dirán.
García Lorca
Alfonsina participó de la peña del Tortoni junto a Quinquela Martín, Juan de Dios Filiberto y Pascual de Rogatis, entre otros. La peña se llamaba Signos y desde allí se hicieron las primeras emisiones de la radio Stentor y otras actividades culturales. El escritor Federico García Lorca no dejó de ir ni una sola noche en su visita a Buenos Aires de 1934.

Retrato de García Lorca

Apagadle
la voz de madera,
cavernosa,
arrebujada
en las catacumbas nasales.

Libradlo de ella,
y de sus brazos dulces,
y de su cuerpo terroso.

Forzadle sólo,
antes de lanzarlo
al espacio,
el arco de las cejas
hasta hacerlos puentes
del Atlántico,
del Pacífico...

Por donde los ojos,
navíos extraviados,
circulen
sin puertos
ni orillas...
Acereda afirma que Storni fue feminista en el sentido literal de la palabra, ya que siempre buscó la igualdad entre el hombre y la mujer. Tuvo el coraje necesario para oponerse a la regla que
exigía la virginidad femenina pero no la masculina. De aquí nacieron sus obras Tú me quieres blanca, heredero del Hombres necios de Sor Juana. Lo mismo ocurre en poemas como Hombre pequeñito, La que comprende, Siglo XX o Veinte siglos, textos basados en la búsqueda de la igualdad real para la mujer en el medio.

Tú me quieres blanca (El dulce daño, 1918)
Tú me quieres alba,
me quieres de espumas,
me quieres de nácar.
Que sea azucena
sobre todas, casta.
De perfume tenue.
Corola cerrada.

Ni un rayo de luna
filtrado me haya.
Ni una margarita
se diga mi hermana.
Tú me quieres nívea,
tú me quieres blanca,
tú me quieres alba.

Tú que hubiste todas
las copas a mano,
de frutos y mieles
los labios morados.
Tú que en el banquete
cubierto de pámpanos
dejaste las carnes
festejando a Baco.
Tú que en los jardines
negros del Engaño
vestido de rojo
corriste al Estrago.

Tú que el esqueleto
conservas intacto
no sé todavía
por cuáles milagros,
me pretendes blanca
-Dios te lo perdone-,
me pretendes casta
-Dios te lo perdone-,
¡me pretendes alba!

Huye hacia los bosques,
vete a la montaña;
límpiate la boca;
vive en las cabañas;
toca con las manos
la tierra mojada;
alimenta el cuerpo
con raíz amarga;
bebe de las rocas;
duerme sobre escarcha;
renueva tejidos
con salitre y agua:
       
Habla con los pájaros
y llévate al alba.
Y cuando las carnes
te sean tornadas,
y cuando hayas puesto
en ellas el alma
que por las alcobas
se quedó enredada,
entonces, buen hombre,
preténdeme blanca,
preténdeme nívea,
preténdeme casta.


La caricia perdida (Languidez, 1920)

Se me va de los dedos la caricia sin causa,
se me va de los dedos... En el viento, al rodar,
la caricia que vaga sin destino ni objeto,
la caricia perdida, ¿quién la recogerá?

Pude amar esta noche con piedad infinita,
pude amar al primero que acertara a llegar.
Nadie llega. Están solos los floridos
senderos.
La caricia perdida, rodará... rodará...
Si en el viento te llaman esta noche, viajero,
si estremece las ramas un dulce suspirar,
si te oprime los dedos una mano pequeña
que te toma y te deja, que te logra y se va.
Si no ves esa mano, ni la boca que besa,
si es el aire quien teje la ilusión de llamar,
oh, viajero, que tienes como el cielo los ojos,
en el viento fundida, ¿me reconocerás?


 
Pudiera ser (Irremediablemente, 1919)
Pudiera ser que todo lo que en verso he sentido
no fuera más que aquello que nunca pudo ser,
no fuera más que algo vedado y reprimido
de familia en familia, de mujer en mujer.  
Dicen que en los solares de mi gente, medido
estaba todo aquello que se debía hacer...
Dicen que silenciosas las mujeres han sido
de mi casa materna...Ah, bien pudiera ser...
A veces en mi madre apuntaron antojos
de liberarse, pero se le subió a los ojos
una honda amargura, y en la sombra lloró.
Y todo eso mordiente, vencido, mutilado
Todo eso que se hallaba en su alma encerrado,
pienso que sin quererlo lo he libertado yo.   

 Voy a dormir
Dientes de flores, cofia de rocío,
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme prestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados.
Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara a la cabecera;
una constelación, la que te guste;
todas son buenas, bájala un poquito.
Déjame sola: oyes romper los brotes...
te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases
para que olvides... Gracias... Ah, un encargo:
si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido.
(24 de octubre de 1938)

Selección de textos y video: Graciela Fernández